En los últimos años, el mundo del aceite de oliva virgen extra (AOVE) ha vivido una transformación profunda. Más allá de la calidad organoléptica o el proceso agronómico, los aceites premium están conquistando nuevos mercados gracias a una herramienta hasta hace poco desaprovechada: el marketing. El diseño, el storytelling y la estrategia de marca se han convertido en factores determinantes para diferenciar un producto excelente dentro de un mercado cada vez más competitivo y exigente.
Para este artículo hemos contado con Mercedes Uceda y Jerónimo Palacios, fundadores de la tienda online de AOVE Molino y Cata para que nos den una visión de la evolución del marketing en este sector.
Del producto agrícola al producto emocional
Durante décadas, el AOVE fue percibido como un bien básico, ligado a lo funcional. Sin embargo, la aparición de una generación de productores con mentalidad empresarial y la entrada de agencias creativas especializadas ha provocado una revolución: el aceite ya no se presenta solo como un alimento saludable, sino como una experiencia emocional.
Hoy, el AOVE premium se posiciona como un producto gourmet, con identidad propia, relato territorial, exclusividad y valores asociados a sostenibilidad, artesanía o innovación. Todo ello se traduce en un nuevo lenguaje visual y verbal que requiere coherencia y autenticidad, y que conecta con un consumidor culto, curioso y dispuesto a pagar más por un producto que le inspire.
El diseño como valor diferencial
La botella ya no es solo un envase. Es el primer contacto del consumidor con la marca. Las almazaras que apuestan por el segmento premium están invirtiendo en diseño gráfico, ilustración, materiales y acabados que refuercen su propuesta de valor. Botellas opacas de vidrio serigrafiado, etiquetas numeradas, ediciones limitadas, cápsulas metálicas, estuches inspirados en el mundo del perfume o el vino: el AOVE ha abrazado el diseño de autor.
Agencias creativas especializadas en gastronomía han sido clave en esta evolución. La narrativa visual se alinea ahora con el posicionamiento del producto: aceites de oliva de recolección temprana con botellas minimalistas, AOVEs ecológicos con diseños de inspiración natural, coupages gourmet con códigos de lujo silencioso. Cada elemento cuenta.
Marcas como Elizondo, con su nº 3 apelan emocionalmente al consumidor con un diseño espectacular que complementa su fantástico producto.
Storytelling, territorio y contenido
La marca ya no vende solo una variedad de aceituna o un proceso técnico. Vende una historia. ¿Quién produce ese aceite? ¿Dónde? ¿Cómo? ¿Por qué ese coupage? ¿Qué hace diferente a ese olivar? ¿Qué emociones transmite? El consumidor de AOVE premium quiere saber. Quiere sentir que lo que compra tiene alma.
Por ello, las marcas más exitosas están construyendo discursos ricos y auténticos que combinan tradición e innovación. No basta con mostrar medallas o premios: hay que contar el relato del paisaje, del productor, del proceso artesanal, del valor sostenible. Y hacerlo a través de múltiples canales: packaging, web, redes sociales, catas experienciales o colaboraciones con chefs.
Digitalización y nuevos públicos
La venta online ha sido otro catalizador del marketing del AOVE premium. Las tiendas especializadas, los marketplaces gourmet y los clubs de cata han generado un espacio donde el storytelling se multiplica: vídeos, fotografías, descripciones sensoriales detalladas y maridajes recomendados crean una experiencia de compra sofisticada y aspiracional.
Además, han surgido nuevos públicos objetivo: foodies, turistas gastronómicos, chefs, tiendas delicatessen, distribuidores internacionales o incluso coleccionistas de aceite. Para conectar con ellos, las marcas necesitan estrategias de comunicación segmentadas, identidad visual coherente, contenidos de valor y una experiencia digital impecable.
Conclusión
El marketing no es un adorno añadido al AOVE premium. Es una extensión natural de su calidad. Diseñar una marca coherente, un packaging memorable y un relato auténtico es hoy tan importante como controlar el punto óptimo de maduración de la aceituna. Para las agencias especializadas en gastronomía, este sector representa una oportunidad magnífica para aplicar creatividad, estrategia y sensibilidad cultural al servicio de uno de los productos más singulares y nobles del Mediterráneo. Porque en el mundo del AOVE premium, la excelencia también se diseña.