Regalar cestas de Navidad a los empleados es una tradición enormemente cálida que año tras año genera un momento muy bonito en las empresas. Y es que, es un dulce agradecimiento a la dedicación y cariño que ha puesto cada empleado en su trabajo durante todo el año. Un gesto que apreciarán tanto el trabajador como su familia.
Desde Gastroagencia queremos hablarte de las cestas de navidad y el gran impacto que tienen en la moral de los equipos.
Origen y Evolución de la Tradición de las Cestas de Navidad
Aunque se fecha el origen de esta tradición en la antigua Roma, y se extiende más tarde como una costumbre anglosajona, la tradición de regalar una cesta de navidad tal y como la conocemos es algo más reciente.
Tenemos que irnos a 1950, donde las empresas, como gesto de agradecimiento, empiezan a obsequiar a sus empleados con una cesta de mimbre llena de quesos, carnes y embutidos, patés, barquillos, turrones y chocolates, dátiles y nueces, junto a bebidas alcohólicas (generalmente una botella de vino y otra de cava).
Un Gesto que Refuerza el Compromiso de las Empresas
A día de hoy, comprar Cestas de Navidad de calidad a los empleados es una muestra de agradecimiento y compromiso con el trabajador. Un detalle que reconoce el esfuerzo, especialmente en sectores donde la temporada de fin de año ha implicado grandes exigencias.
Además, para las empresas, regalar cestas navideñas es una forma de diferenciarse, comunicando a sus equipos que ha llegado el momento de descansar, disfrutar con su familia, y cerrar una etapa vital.
Cestas Personalizadas: Un Detalle que Marca la Diferencia
Algunas empresas, queriendo hacer un regalo más especial que la cesta común, deciden personalizar el contenido para que el agradecimiento a su equipo de trabajadores sea un poco más especial.
Un ejemplo son las cestas con productos que tienen en cuenta las características de sus empleados, desde intolerancias al gluten, a productos sin lactosa o con opciones veganas. Otro ejemplo lo vemos en las entidades comprometidas con el medio ambiente, que eligen cuidadosamente cestas de navidad con productos ecológicos y alimentos de proximidad.
Impacto Positivo en la Imagen de Marca
El detalle de regalar cestas de navidad tiene mayores implicaciones de las que parece, y es que no solo sirve para agradecer al equipo interno. Debido a que estamos en plena era digital y a menudo estos detalles acaban visibilizándose en redes sociales (el mismo equipo acaba subiendo fotos de sus regalos), la sensación percibida de la empresa mejora.
Estas iniciativas refuerzan a la marca y contribuyen a mejorar la reputación de la empresa en el mercado, algo decisivo para atraer talento en el futuro.
La tradición de regalar cestas de Navidad en las empresas sigue tan viva como siempre, y tiene un hondo impacto en el ambiente de trabajo y el compromiso del equipo. Además, es un un gesto precioso que acompañará al empleado a su casa, y será disfrutado también por su familia. Y si hay un año en el que cuidar al empleado y a su entorno es importante, sin duda es este.