Hay escenas que se quedan grabadas: una tarde luminosa, personas despreocupadas que pasean en la orilla del mar, una conversación en la mesa de al lado mientras atardece… la magia de lo cotidiano. Cristina Vázquez, pintora y artesana afincada en Sevilla, inmortaliza esos momentos con una sensibilidad única.
Desde Gastroagencia queremos hablarte de esta pintora, y es que su forma de entender la luz que baña las playas, la sencilla alegría de la gente que nos rodea, y el espíritu que hay en las zonas costeras, a nosotros, que somos del Mediterráneo, nos ha enamorado.
“Pinto instantes en los que la gente es feliz y no lo sabe”
Este es el lema de Cristina Vázquez. Huyendo de la grandilocuencia, su pintura retrata los momentos más pequeños, pero que sugieren una enorme profundidad. Y es que retrata aquello que sucede cuando nadie está mirando, la belleza que se nos escapa en el día a día, y que ella recupera cristalizando estos momentos.
Es, quizás en ellos, donde podemos vernos (y reconocernos) en la figura de otras personas. La felicidad espontánea, la alegría de las tres de la tarde, o de las siete, que nunca aparece en las películas ni en los libros.
Un arte que cuenta historias
Aunque entran por la vista, con un acabado preciosista y una iluminación muy realista (con especial atención a las sombras, elaboradas sin usar el color negro), lo que más nos gusta es lo que subyace en cada escena. Las historias que evocan sus pinturas, que nos dejan imaginar lo que está sucediendo, quiénes serán esas personas, desde cuándo se conocerán o de qué estarán hablando. Y que tanto se parecen a nosotros, en nuestro día a día.
La playa como escenario emocional
En Gastroagencia, como valencianos que somos, estamos muy arraigados a la cultura mediterránea y al mar, que vienen de la mano de la gastronomía. Quizá por eso, apreciamos mucho la magia de este escenario, y que Cristina retrata con una precisión de cirujano: el ir y venir de los bañistas, la abrasadora arena o la espuma del agua, que casi podemos sentir cuando la vemos reflejar la luz del sol.
Y una paleta de colores que se sirve de azules añil o amarillos albero para retratar la esencia tan especial —casi una emoción en sí misma— que conocemos, y que no está exenta de una encantadora nostalgia por esos momentos vividos.
Desde Gastroagencia queremos dar visibilidad a personas con tanto talento como Cristina Vázquez, cuyos paisajes —y las emociones que evocan— nos han conquistado, nos han hecho pensar y sobre todo, sentir.