Del plato al perfume: Lorenzo Pazzaglia y la receta del éxito sensorial

En Gastroagencia somos apasionados del mundo gastronómico y cada restaurante, marca, espacio gastronómico con algo diferente que proponer, nos despierta nuestro lado más curioso. Y así ha sido con Lorenzo Pazzaglia y una idea muy especial que tiene que ver con la perfumería, pero también con la gastronomía (especialmente con esta última).

En un mundo donde las fragancias tienden a repetirse, Lorenzo Pazzaglia ha traído algo totalmente inesperado: una cocina convertida en perfumería. Chef de formación, perfumista por pasión, este creador italiano ha conquistado la escena de la perfumería nicho con una propuesta tan atrevida como deliciosa: perfumes que se inspiran en recetas. Su joya más provocadora: Carbonara.

Carbonara: un perfume que se atreve a cocinar el lujo

Podría parecer un nombre anecdótico, pero no es así. Carbonara es, para muchos, la fragancia que rompió las reglas y puso a Pazzaglia en el mapa de los perfumistas más innovadores del momento. Lejos de replicar el olor literal de un plato de pasta, Carbonara es una experiencia sensorial que evoca la cremosidad, el confort, el toque especiado de la pimienta y el calor de una comida recién servida.

Es un perfume adictivo, con cuerpo, envolvente, perfecto para quienes buscan una firma olfativa cálida, diferente y profundamente memorable. En un mercado saturado de notas limpias y florales, Carbonara ofrece un viaje olfativo inesperado… y precisamente por eso, inolvidable.

De los fogones al frasco: la historia de un creador distinto

Lorenzo Pazzaglia no se formó en las tradicionales escuelas de perfumería de Grasse. Su formación fue otra: la cocina. Ahí aprendió sobre el equilibrio, las proporciones, la mezcla de ingredientes, y sobre todo, sobre cómo despertar emociones a través de los sentidos. 

Lorenzo Pazzaglia carbonara

Hoy, esos mismos principios los aplica en el laboratorio. Cada fragancia suya parte de una intuición, como si fuera un plato: dulce, picante, redondo, crujiente, untuoso… Sun Gria, Van Py Rhum, Summer Hummer y otras de sus creaciones exploran ese universo. Pero Carbonara sigue siendo la más icónica, la más valiente, la más suya.

Una estética irreverente y un éxito viral

Con un estilo visual colorido, provocador y directo, Pazzaglia ha sabido conectar con una nueva generación de amantes del perfume. Su propuesta no solo se huele: se comparte, se comenta, se desea. Las redes sociales lo adoran y sus perfumes —disponibles en boutiques selectas como Perfumería Laura, en España— se agotan constantemente.

Carbonara, en particular, ha sido reseñada por críticos y coleccionistas como una obra de arte olfativa, capaz de abrir nuevas puertas dentro del mundo del perfume nicho. Es, sin duda, un antes y un después en su trayectoria.

El arte de emocionar con ingredientes

Para Lorenzo, perfumar es como cocinar: se trata de provocar algo en quien lo prueba. Y ahí está su fuerza. No busca agradar a todos, sino emocionar a quien está listo para sentir algo distinto.

Con Carbonara, no solo ha creado un perfume. Ha servido, en bandeja, una nueva forma de entender el lujo sensorial. Y eso, en el mundo de la perfumería, es un verdadero manjar.